Revisando técnicas: Cateterización venosa central percutánea o cateterización venosa percutánea insertada periféricamente (CPIC)

Rev. Enferm. Neonatal; 1 (4), 2007
Publication year: 2007

Los catéteres venosos centrales percutáneos se comenzaron a utilizar en los recién nacidos (RN) desde los años ’70. Pero fue en la década del ’80 cuando fueron introducidos en todas las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) y se comenzaron a publicar los primeros estudios. Hasta ese momento el acceso intravenoso se encontraba limitado al uso prolongado de catéteres umbilicales, agujas “butterfly” o catéteres intravenosos que se infiltraban o deslizaban durante su manejo cotidiano. Cuando se agotaban los accesos periféricos, se hacía necesario colocar un catéter, quirúrgicamente.

El procedimiento de la canalización periférica de una vena y la colocación del catéter en una vena central se realiza con anestesia local o general:

mediante una incisión se liga la vena y la circulación se mantiene a través de vasos colaterales. Loeff y colaboradores estudiaron el costo institucional del procedimiento quirúrgico de colocación de un catéter, y encontraron que es tres veces mayor que la colocación percutánea. La cateterización venosa percutánea es menos costosa, menos traumática para el RN y puede ser colocada fácilmente por un equipo de enfermería entrenado en su inserción, control y mantenimiento. Por eso, actualmente es la primera línea de elección para el acceso intravenoso prolongado. La colocación consiste en la inserción de un catéter de pequeño calibre, de Silastic o poliuretano, en un vaso periférico y dirigido hacia una posición central. La inserción se realiza mediante una aguja de metal o plástica de alto calibre, a través de la cual se pasa el catéter. Una vez que el vaso es canulado, la aguja es retirada del catéter