Rehabilitación cardiaca en pacientes portadores de cardioptía isquémica

Rev. enferm. Inst. Mex. Seguro Soc; 9 (2), 2001
Publication year: 2001

En 1968, en Génova, Suiza la Organización Mundial de la Salud en asociación con la Sociedad Internacional de Cardiología, define por primera vez la rehabilitación cardiaca. A principios de los años setentas empiezan a surgir clínicas y centros de rehabilitación cardiaca, inicialmente en Europa y posteriormente en Canadá y los Estados Unidos. Años más tarde, la rehabilitación cardiaca llega a los países de Latino América, incluyendo México. Los objetivos de la rehabilitación cardiaca son la mejoría de la capacidad funcional, disminución de la sintomatología cardiaca y pulmonar, identificación y modificación de los factores de riesgo coronarios y la reducción de la morbi-mortalidad relacionada con padecimientos cardiovasculares.

Las intervenciones dentro de estos programas se centran en tres áreas:

entrenamiento físico y educación al esfuerzo, modificación de los factores de riesgo y evaluación, así como la asesoría psicosocial y vocacional del individuo. El resultado final de la actuación multifactorial de estos programas se traduce en una mejoría de la calidad de vida de los pacientes permitiéndoles una pronta reincorporación familiar, social y laboral.

La rehabilitación cardiaca comprende tres fases:

fase I o fase intrahospitalaria, fase ll o fase extra hospitalaria y la fase lll o fase de mantenimiento. Como programa multifactorial, Ia rehabilitación cardiaca demanda la participación de diferentes miembros del equipo de salud: médicos, enfermeras, nutriólogos, trabajadores sociales, fisioterapeutas y psicólogos. El papel de enfermería dentro de los programas es cada vez más amplio e importante ya que interviene en Ia vaIoración, estratificación de riesgo, entrenamiento y vigilancia del paciente, así como en las actividades educativas. Enfermería coordina algunos centros de rehabilitación cardiaca, capacita a más profesionales de enfermería en esta área e interviene en la realización de investigaciones.
In 1968, the World health Organization, in association with the International Society of Cardiology, defined cardiac rehabilitation for the first time in Geneva, Switzerland. Beginning in the I970s, a number of clinics and cardiac rehabilitation centers were opened, initially in Europe and subsecuently in Canada and the United States. Many years later, some countries in Latin America opened their first cardiac rehabilitation centers, including México. The goals of cardiac rehabilitation are to improve functional capacity, alleviate or lessen activity-related symptoms, reduce disability, identity and modify coronary risk factors and to reduce morbidity and mortality due to cardiovascular illnesses. The most important outcome of the cardiac rehabilitation programs is an improvement in the patient's quality of life.

Interventions in these programs emphasize three areas:

exercise training and activity prescription, risk factor modification, and psychosocial and vocational evaluation and counseling. Most patients can return to their usual activities within a few months after a heart attack or heart surgery. There are three phases in cardiac rehabilitation; phase I or inpatient program, phase II or outpatient program and phase III or maintenance outpatient program. Cardiac rehabilitation monitors and improves the recovery process, increases physical fitness, and reduces the risk of new coronary events. Doctors, nurses, dieticians, social workers, physical therapists and psychologists participate in these programs. Nurses have an important role in cardiac rehabilitation participating in the assessment, risk stratification, physical rehabilitation activities and education of the patients. They are also responsible for nurse training and coordination of cardiac rehabilitation programs and research.